La podología geriátrica es una rama especializada de la podología enfocada en la prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas en los pies de las personas mayores. A medida que envejecemos, los pies sufren múltiples cambios estructurales, funcionales y fisiológicos, lo que hace que requieran una atención especial y continua.
¿Por qué es importante la podología en personas mayores?
Los pies de los pacientes geriátricos suelen presentar:
- Cambios en la piel y uñas (sequedad, engrosamiento, fragilidad).
- Pérdida de elasticidad y de amortiguación en la planta del pie.
- Deformidades óseas (juanetes, dedos en garra, etc.).
- Alteraciones en la marcha y el equilibrio.
- Mayor riesgo de úlceras, infecciones y caídas.
- Enfermedades crónicas asociadas (diabetes, artrosis, neuropatías, etc.).
¿Qué hace un podólogo geriátrico?
Valoración integral del pie geriátrico
- Inspección de la piel y uñas.
- Evaluación de la marcha, postura y calzado.
- Exploración vascular y neurológica (sensibilidad, reflejos, circulación).
Tratamientos comunes
- Corte y fresado de uñas hipertróficas o con micosis.
- Tratamiento de callosidades y durezas.
- Manejo de uñas encarnadas.
- Curación de úlceras o heridas crónicas.
- Plantillas personalizadas para mejorar la marcha y aliviar dolor.
Prevención de complicaciones
- Educación en higiene y cuidado del pie.
- Recomendaciones sobre calzado adecuado.
- Control y seguimiento en casos de pie diabético o con riesgo de amputación.