En podología, el término papiloma se refiere comúnmente a las verrugas plantares causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Son lesiones benignas que aparecen en la planta del pie y que, aunque no suelen ser peligrosas, pueden ser muy dolorosas e incómodas al caminar.
¿Qué son los papilomas plantares?
Los papilomas plantares son verrugas víricas localizadas principalmente en las zonas de apoyo del pie (talón, metatarso o dedos). Están causados por ciertas cepas del virus del papiloma humano (VPH), especialmente los tipos 1, 2, 4 y 63.
Características clínicas
- Lesión redondeada, de superficie rugosa o “con aspecto de coliflor”.
- Piel engrosada o callosa encima de la verruga.
- Dolor al presionar directamente (a diferencia de un callo, que duele al pellizcar).
- Pequeños puntos negros (capilares trombosados).
- Puede estar sola o en grupo (papilomatosis).
¿Cómo se contagian?
- Contacto directo con superficies contaminadas (duchas públicas, piscinas, gimnasios).
- Pequeñas heridas o cortes en la piel favorecen la entrada del virus.
- Más común en niños, adolescentes y personas con defensas bajas.
Diagnóstico
El diagnóstico lo realiza el podólogo mediante observación clínica. En casos dudosos puede utilizarse dermatoscopia o pruebas complementarias.
Tratamiento en podología
El tratamiento depende del tipo de papiloma, el número y la respuesta del sistema inmune del paciente. Algunos métodos comunes incluyen:
✅ Tratamientos habituales:
- Ácidos queratolíticos (como el ácido salicílico o ácido nítrico).
- Curetaje podológico (raspado de la lesión bajo anestesia local).
- Crioterapia (aplicación de nitrógeno líquido para congelar el papiloma).
- Electrocauterización o láser (en casos más resistentes).
- Inmunoterapia tópica o sistémica (en verrugas muy persistentes).