Los mayores lloran en las residencias la separación forzosa de sus animales
Son casos silenciosos, de los que nadie habla, pero que conllevan un dolor y una violencia hacia las personas mayores y hacia sus animales impensables en una sociedad avanzada.
En España, según un estudio de la ADDA, solo hay tres residencias, privadas, que permiten la convivencia con animales. Esto debería cambiar radicalmente: no solo por las personas mayores de la actualidad, sino también por las del futuro, ya que cada vez somos más quienes convivimos con perros y gatos.
Cada noche en las residencias, centenares de ancianos lloran en silencio al haber sido separados a la fuerza de sus animales. Animales que dieron amor y acabaron recibiendo una inyección letal o un golpe de frío en sus maltrechos huesos. Humanos y animales a la deriva, náufragos de una sociedad insensible que necesita un cambio profundo.