Ojo de gallo: Causas, síntomas y tratamiento
Si experimentas serias molestas entre los dedos del pie seguramente sufras a causa del ojo de gallo ¿Quieres saber qué es y cómo curarlo? Aquí tienes toda la información.
¿Qué es el Ojo de gallo?
El ojo de gallo es un tipo de callo sobre un punto óseo. A este tipo de afección se le conoce como heloma interdigital o hemola Moll.
Además, ese tipo de problema suele ser muy molesto y doloroso, por lo que lo más aconsejable es que sea tratado por un podólogo profesional.
Lo síntomas del ojo de gallo son:
- Molestias y dolor
- Ubicación del callo entre los dedos del pie
- Coloración amarillenta
- Forma redondeada
Si experimentas alguno de estos síntomas es importante que visites a un podólogo especializado para tu diagnóstico y tratamiento. En Sientete Bien vamos a tu domicilio y te ayudamos con todas tus afecciones.
¿Por qué se producen los ojos de gallo?
Este tipo de afección es más común de lo parece, y suele tener lugar entre los dedos de los pies, concretamente en el cuarto y quinto dedo.
Una de las principales causas que provocan la aparición del ojo de ojo es el uso de zapatos demasiado estrechos o que no se ajustan bien a la morfología plantar. En este sentido, nuestra piel para evitar la formación de ampollas por el roce entre los huesos de ambos dedos, tiende a formar este tipo de callo. Además de ello, pasar demasiado tiempo de pie o una mala alineación del hueso pueden derivar en este tipo de problemas.
Diferencia entre callo y ojo de gallo
La principal diferencia entre el callo y el ojo de gallo es que el primero suele ser de mayor tamaño.
Además de ello, el ojo de gallo suele aparecer en los espacios que hay entre los dedos, sobre todo entre el cuarto y quinto y es mucho más doloroso que un callo.
Como quitar un ojo de gallo
La opción más recomendable es siempre acudir a un podólogo profesional, ya que la manera más eficaz para eliminar este tipo de callo es la cirugía.
El procedimiento de esta cirugía es bastante sencillo. Consiste en realizar una resección del hueso que produce el rozamiento. Con una pequeña incisión (2-3 mm) y una fresa de hueso se lima hasta eliminar el roce entre los dedos por completo.
Si la idea de la cirugía no es para ti, el podólogo puede tratar la zona afectada a través de una exfoliación, además de la utilización de unas prótesis de silicona entre los dedos.
Remedios caseros para el ojo de gallo
Aunque la mejor opción es siempre acudir a un podólogo, existen algunos remedios naturales que ayudan a tratar el ojo de gallo en casa, entre los cuales destacan:
- Verter agua fría, hielo, sal y vinagre de manzana en un barreño y sumergir los pies. Esto conseguirá que el callo se ablande y sea más fácil exfoliarlo.
- Aplicar aceite de recino: sus propiedades antibacterianas ayudan a limpiar la piel dañada.
- Aplicar cascaras de limón para el ojo de gallo
Además de ello, en las farmacias venden unos apósitos especiales que ayudan a mitigar el dolor y la acción emoliente de la glicerina ayuda a ablandar el callo.
Consejos para prevenir el ojo de gallo
A continuación, te mostramos algunos consejos que ayudan a evitar la aparición de este tipo de callo.
- Hidrata los pies diariamente: Hidratar la piel ayuda a suavizar las zonas de rozamiento.
- Utiliza un calzado adecuado: Es esencial que sea de horma ancha y se adapte a la perfección a tu morfología plantar.
- No pases demasiado tiempo de pie: Si la mayor parte del día estás de pie, intenta, en la medida de lo posible, hacer algunas pausas.