La podología es la rama de la medicina que se centra en el diagnóstico y tratamiento de aquellas patologías que afectan al pie. A pesar de la labor fundamental de los pies para el organismo, la sociedad en general no es consciente de la importancia de su cuidado. El papel del podólogo a domicilio en Alcalá de Henares es ofrecer atención personalizada directamente desde el hogar, convirtiéndose así en un aliado al que recurrir ante cualquier problema de este tipo.
Lo cierto es que existe una gran variedad de enfermedades asociadas al pie. Muchas de ellas no son especialmente graves, pero pueden suponer una gran molestia y disminuyen la calidad de vida de los pacientes.
Es un problema común, que se da cuando el borde o el extremo de la uña se clava en la piel del dedo. Suele ocurrir debido a la presión que ejercen zapatos muy ajustados o al cortar las uñas de forma inadecuada. Los síntomas incluyen enrojecimiento, dolor e inflamación, pudiendo llegar a producir infecciones en los casos más graves.
Las infecciones fúngicas son también bastante frecuentes en las uñas de los pies. Los hongos necesitan calor y humedad para poder desarrollar su ciclo vital y encuentran aquí un ambiente ideal para su reproducción. La uña infectada adquiere un color verdoso o amarillento que se va extendiendo, llegando a contagiar al resto de los dedos. Si no se trata, la uña se deteriora y puede llegar a desprenderse.
Las verrugas no son infrecuentes, especialmente en los adolescentes, y aunque no son lesiones peligrosas, pueden resultar algo molestas al caminar. Están asociadas al virus del papiloma humano y es fácil contagiarse en zonas concurridas donde se suele caminar descalzo, como las piscinas o los vestuarios. Son un tipo de lesión que evoluciona hacia el interior y puede llegar a ser dolorosa, por lo que un tratamiento rápido evitará que el problema vaya a más.
Las callosidades son el resultado, por lo general, de una presión o fricción excesiva. Se debe tener en cuenta que este endurecimiento de las capas externas de la piel se produce como mecanismo de defensa ante un estrés excesivo en la zona, que debe corregirse cuanto antes, ya que puede ser doloroso e incluso impedir caminar con normalidad.
Las personas con diabetes deben ser especialmente cuidadosas con sus pies. Los elevados niveles de glucosa en sangre afectan a los vasos sanguíneos y a los nervios, llegando a producir incluso una pérdida de sensibilidad. De este modo, las heridas podrían pasar inadvertidas, y, debido una circulación sanguínea deficiente, evolucionar en úlceras bastante peligrosas. Es por ello que las personas diabéticas necesitan acudir a revisiones podológicas habituales.
Existen muchas otras alteraciones asociadas a los pies que han de ser tratadas por un profesional y que se realizan en clínica, como los estudios de la pisada o aquellas patologías que requieren de intervención quirúrgica. Sin embargo, estas son dolencias frecuentes que pueden ser tratadas por un podólogo a domicilio en Alcalá de Henares de forma rápida y sencilla. Sin embargo, muchas personas ignoran la existencia de este tipo de servicios, que puede suponer una gran ventaja y la opción más cómoda para aquellos pacientes que presentan movilidad reducida o que carecen de tiempo para desplazarse. Por ello, no hay excusas para no poner solución a todas estas patologías, que merman la calidad de vida y que son, en definitiva, un problema de salud.